Mujer que nunca estas quieta
Que como perla guardaste,
Ilusiones de un destino
Que tal vez atesoraste.
Y tu corazón ardiente
Que siempre habrá acariciado,
Y ahora está muy sensible
Por sentirse despreciado.
Si en algún lugar del tiempo
Detuviste tu camino
Y luchaste en tu pensamiento
Que se a vuelto un peregrino
y tal vez no comprendiste
Que el amor es como un fuego,
Que deja huella en el alma
Pero no se presta a un juego.
Facián Sole
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